La ciencia detrás de las máquinas tragamonedas: Psicología, marketing y matemáticas

2024-02-29 | Sin Categoria.

Es el juego más pedido por los jugadores de los casinos online y de los tradicionales. Las máquinas tragamonedas fueron inventadas hace más de 130 años y durante todo ese tiempo han pasado de ser metal y monedas a auténticas maquinarias de entretenimiento digital. En este artículo repasaremos todas las disciplinas que se ponen en acción cada vez que un jugador tira de la palanca.

Algoritmos, RNG y RTP

La matemática tiene un papel protagónico en las tragamonedas o tragaperras, empezando por el generador aleatorio de números (Random Number Generator o RNG) que produce el azar dentro del juego. Este algoritmo es el que determina qué combinación saldrá en los rodillos cada vez que una persona presiona los botones de las tragamonedas modernas.

Por otra parte, los juegos también tienen un porcentaje de retorno al jugador, conocido como RTP (Return to Player). Se define como la proporción del dinero total apostado en una tragamonedas que se devuelve a los jugadores en forma de ganancias.

Por ejemplo, en los juegos disponibles en sitios como Casumo este porcentaje oscila entre el 85% y el 98%. Esto significa que si un jugador ingresa cien euros, debería recibir entre 85 y 98 a lo largo del tiempo, distribuidos en pequeños premios.

La importancia de las probabilidades

El RTP es una representación numérica de las probabilidades que tiene una persona de ganar en un slot. Algo importante que se debe entender es que las tragamonedas están diseñadas para que la casa pueda hacer una diferencia. Es decir, que la ventaja matemática es del casino.

En un juego con un porcentaje de pago que ronde el 96%, el casino recibirá 4 euros por cada cien apostados. Es decir que aunque parezca que las máquinas dan un gran número de premios, en realidad el monto total nunca supera a la cantidad que los jugadores ingresan.

Con esa diferencia del 4-5% el casino puede tener sus rendimientos y hacer todas las tareas para mantenerse en pie a lo largo del tiempo. Parece un número marginal pero en la sumatoria de todas las operaciones del año, el monto es suficiente para cubrir los gastos totales de la sala.

La psicología de las recompensas y las tragamonedas

En 1898 el mecánico e inventor Charles Fey creó la Liberty Bell Slot Machine. Se trataba de una máquina metálica que pagaba 50 céntimos de dólar cuando se alineaban tres campanas en los rodillos. En aquel momento no lo sabía, pero la popularidad de su invento y su crecimiento astronómico estaban vinculados a la teoría del reforzamiento.

El psicólogo de Harvard B. F. Skinner, en un intento por explicar la conducta humana en relación a los estímulos que nos rodean, experimentó durante años para llegar a la conclusión de que un estímulo positivo o negativo desencadena una respuesta diferente en la persona.

La teoría del reforzamiento o del condicionamiento operante descubierta por el científico indica que cuando una persona recibe un estímulo positivo, es más propensa a repetir la conducta que originó la recompensa.

Esto se debe a que cuando una persona recibe una recompensa positiva por una conducta, su cerebro libera dopamina, un neurotransmisor ligado a las sensaciones placenteras y a la motivación.

De tal forma, las tragamonedas que dan un premio intermitente fomentan que los jugadores quieran seguir participando en ellas, por las sensaciones de emoción y anticipación. Eso sí, el factor de imprevisibilidad es otro aspecto clave de la experiencia.

Marketing, segementación familiaridad

Los vínculos de las tragamonedas y el marketing son muchos, ya que para que un jugador se siente frente a la máquina tienen que pasar varios procesos de “venta” y publicidad que ocurren antes de que se mueva la primera ficha.

Sin embargo, para este artículo vamos a centrarnos dos estrategias básicas: la segmentación y la familiaridad. La primera se fundamenta en establecer conexiones entre el cliente y la marca mediante la creación de contenido personalizado y experiencias únicas para un público particular.

Por ejemplo, una máquina que está protagonizada por un actor de los años ‘80 probablemente apunte a un público de señoras que en su momento fueron fans de ese galán.

A la vez, ver la cara de su actor favorito en un juego les produce una sensación de familiaridad. En el contexto del marketing, la familiaridad se manifiesta mediante la unión entre personajes reconocidos y un producto o servicio.

Cuando se presenta la imagen de un personaje querido como una estella de cine o un futbolista, las personas transfieren de manera inconsciente sus características a la propia experiencia de juego.

Es una estrategia muy usada en publicidad. En los anuncios de televisión es común ver que actrices protagonizan los anuncios de perfumes, cremas contra la edad y maquillajes, en un intento por transferir ese “halo de belleza” a los productos que promocionan.

En conjunto, las tácticas de familiaridad y la segmentación posibilitan a las empresas fabricantes de tragamonedas la creación de un vínculo especial con sus jugadores.